El Monasterio Benedictino fue fundado en 1558. La estructura original ha sufrido varias modificaciones y reconstrucciones debido a los eventos naturales destructivos que en 1669 y 1693 trastornaron a Catania y destruyeron gran parte del edificio.

La reconstrucción - comenzó en 1702 - vio a los principales arquitectos sicilianos - Ittar, Battaglia, Battaglia Santangelo, Palazzotto - trabajando y ese Giovan Battista Vaccarini que firmará muchas de las obras más significativas del barroco siciliano del siglo XVIII.

Además del Monasterio, hay un nuevo Claustro, el jardín, los Caffeaos y los espacios destinados a la vida cotidiana y colectiva de los monjes: la biblioteca, las cocinas, el ala del noviciado, las refectorías, el coro nocturno. .

La iglesia de San Nicolò, la Arena, anexada al nuevo complejo monástico, quedará inacabada en la fachada principal. El Monasterio se convierte así en uno de los conventos más grandes de Europa.

En 1866, el monasterio benedictino fue confiscado al pasar al dominio real, para luego ser confiado a la Municipalidad de Catania. En 1977, el Municipio lo donó a la Universidad de Catania, lo que lo convirtió en la sede de la histórica Facultad de Letras y Filosofía.

Después de la renovación del arquitecto Giancarlo De Carlo, el Monasterio fue reconocido por la Región de Sicilia como una obra de arquitectura contemporánea. Durante las obras salieron a la luz los restos de la ciudad romana: todo un barrio romano, diseñado por los ejes de las carreteras Cardum y Decumanus Maximus y por la presencia de domus de los últimos tiempos helenísticos e imperiales. Las excavaciones son visibles en el patio principal y debajo del complejo de los antiguos establos.